Amanecer.

Hoy es lunes, día de clase, y como todos los días amanecí con sueño. Suena el despertador, lo apago y me quedo unos minutines en la cama pensando en el día de hoy. Luego me levanto, elijo mi ropa, y me visto. Me cogo la mochila del suelo, bajo las escaleras, escalón, por escalón con la mochila de tres kilos a cuestas, medio adormilada. LLego a la cocina, voy hacia la estantería donde están las tazas, cogo la mía. Abro la nevera, cogo la leche y con cuidado de que no se caiga, la hecho en la taza. Cojo la taza, la meto en el microondas y a calentar. Me dirijo al baño, a lavarme la cara y a peinarme. Después me quito las gafas, y me pongo las lentillas. Al acabar, voy hacia la cocina donde un rato antes había sonado el pitido del microondas. Me cogo la leche, con el colacao, unas galletas y empiezo a desayunar. Cuando acabo, voy al baño a lavarme los dientes y ha echarme mi colonia. Me cojo el abrigo, me calzo y ya estoy lista para ir al instituto, y todos los días la misma faéna...